Invitación a los Directores

Publicado por Delphos | 18:43 | 5 comentarios »

Extendemos la invitación a los directores de las distintas dependencias de la Facultad en ambos campus para que reflexionen y comenten sus experiencias al frente de las mismas, más importante aún, para que presenten propuestas de como mejorar sus áreas y de cuales han sido los principales obstáculos.La idea no es fijar posición a favor de un candidato,ni despotricar de ninguno(sabemos que está de más aclarar esto, pero en días como estos la gente piensa que cualquier cosa es válida), sino generar propuestas para que sean tomadas en cuenta en el próximo período decanal.
Su opinión es importantísima.

5 comentarios

  1. Anónimo // 8 de marzo de 2009, 8:21  

    Como dicen por allí el miedo es libre EXPRESEN SUS OPINIONES

  2. Anónimo // 8 de marzo de 2009, 15:22  

    ¿Por qué los directores y personal docente debe pedir cita para hablar con la decana?

    Me parece exagerado

  3. Anónimo // 8 de marzo de 2009, 19:48  

    Primero debo decir: lo de la cita es lógico, alguien no puede pretender llegar cuando se le ocurra a una oficina para que lo atiendan, es una norma básica,ahora que tu me digas q los directores deban pedirle cita a la decana encargada me parece exagerado porque me consta que no es así, es más los profesores tienen horas de consulta y ese es el adecuado para que los estudiantes asistan,no cuando ellos quieran.Por otra parte, te pregunto:fuiste alguna vez a ver al decano anterior? te mando a pasar el mientras firmaba cheques y no te veía la cara ni te prestaba atención y te mareaba con cualquier cosa? o estuviste esperando media hora y no pudo atenderte?, peor te hacían esperar y entraban y salían estudiantes,gente de confianza a su despacho y tu sentado(a) esperando?Ahora si tu eres alguien que entraba y salía sin pedir permiso al decanato y ahora no lo haces, debes entender que no es porque la decana encargada en este caso o quien llegue al decanato es mala gente sino que son formas diferentes de trabajar y eso pasa y pasará cada vez que llegue un jefe nuevo.

  4. Anónimo // 12 de marzo de 2009, 4:48  

    Puedo expresar que en esta etapa del decanato encargado he sentido más apoyo y delegación de responsabilidades que nos corresponden, de lo que había antes. Ha disminuido el centralismo y a vecess hasta que tomaran decisiones por uno, comprometiéndonos.
    Lo que pasa es que también hay malas costumbres y todo hay que preguntarle al decano. No es así.
    Además, también están las reuniones de directores donde podemos llevar nuestros puntos de agenda y compartir. El correo de la decana, los mensajes de voz y de texto para cuestiones puntuales; iclusive para anunciarnos. Colegas, tenemos que ser mejores gerentes.

  5. Anónimo // 15 de marzo de 2009, 4:18  

    Comentario 7 de la entrada: Instituto de Altos Estudios e Investigación de Políticas Públicas

    La racionalidad política de nuestra universidad descansa en principios que perpetúan a las personas, sin reconocer que ésta institución es ante todo pública, y que la apropiación de lo público es un flagrante delito. Supongo que aquellos que hablan de renovación moral universitaria y aquellos que esgrimen como argumento de fuerza ser los latifundistas del voto ( encierran los votos y los presionan hasta convertirlos en borregos), definitivamente no han reflexionado acerca del alto grado de complicidad que existe en esta institución, así, es seguro que hasta quien escribe, sea cómplice, por omisión, de nuestra funesta realidad...debemos recordar que más que una alcaldía, somos una institución de educación superior...quien lo recuerda? ...disculpen el tono apocalíptico, pero el problema actualmente no es de candidatos, sino de cultura política...hasta ahora reproducimos el chisme, las campañas de desprestigio, las deslealtades y la intolerancia como herramientas políticas...pregunto: ¿podremos en el futuro justificar, desde la política, el asesinato?...ya lo hemos hecho, estamos matando hoy, con nuestra forma de hacer política, a esta noble institución: la universidad!
    lamento que esta reflexión no pueda impactar los cimientos reflexivos de nuestros siempre "seudo-políticos" y la saquen del camino por ser romántica y sin valor "político", pero debo suponer, que alguien debe decirlo. Inobjetablemente, necesitamos debatir, y creo que puede hacerse mas allá de lo político, o mejor, en un nuevo espacio dialógico. A nuestros candidatos, por favor, hagan algo para felicitarlos aún perdiendo. Ganar o perder es tan sólo simpleza fáctica en las mentes de quienes tienen por norte las luchas y el cambio por un mejor entorno colectivo. Diría para finalizar, que la republica siempre aniquiló, desde el discurso (por lo menos) al emperador...¿nosotros, somos república?

    Respuesta al comentario 7:
    Esos principios que perpetuán a las personas como todo tiene su ciclo, cuando institucionalmente no se destruye la posibilidad de cambio, esos principios cambian tal vez imperceptiblemente, pero lo hacen y lo hacen para mayor felicidad de la comunidad.
    En nuestra universidad, igual que el país, lo que se ha institucionalizado es el poder como negocio, ciertamente uno se hace cómplice, relevando a los responsables de su culpa al afirmar que no son buenos, no son malos, simplemente la estructura condiciona su comportamiento.
    Por otra parte, la tentación, la tentación de una sociedad que vive del Estado y no al revés, cuando el erario público se transforma en la carroña de los zamuros, igual, la Universidad se convierte en un botín, botín lo suficientemente grande como para pervertir a quien o a quienes quisieron el poder para un cambio a mejor, es lo que explica que luego de más de veinte años de lucha Ricardo Maldonado llegue al Rectorado, al comienzo todo va bien, pero luego las mieles del poder lo alcanzan también.
    Elecciones son la única oportunidad de mostrar, gracias al chisme, el Festín de Baltasar, este festín donde muros como este se muestra la perversión. Fondos que van a parar a pandillas de encapuchados que actúan como servicio de seguridad, como guardas personales de Decanos y Autoridades, gente que somete al terror a los votantes del contrario, saboteando cuando los suyos ya lo hicieron.
    Amigo por la forma como escribes se nota que eres culto. Pero no comparto eso de eximir de responsabilidad a los culpables, tiene que existir una fuerza disuasiva, al menos estos chismes validan la hipótesis de que nuestra comunidad no es tan inocente, pues cuando un dedo, el dedo del poder se alza, la sociedad de cómplices en que nos hemos convertido, mansamente vota y lo hace igual que ese pueblo injustamente criticado, por la perpetuación del poder.
    He sido cómplice porque irreflexivamente he votado siempre por los Maldonados, como ciego pensando en que eran el mal menor y contribuí, con ese acto con el peor daño que se le puede hacer a la democracia, transformar en negocio el acto académico.
    Decidí escribir no para expiar la culpa, simplemente porque deseo arrancar la venda de los ojos, o evitar que digan que la tienen para asumir como celestinas que nada ven, cuando todo lo saben. Ese profesor que por un ascenso, que por unos denarios, que se inclina por el sosiego de la rutina al voto por seguridad es más culpable que los que detentan el poder. Mientras más miserable es su vida, más lumpen son.
    La locura, la inestabilidad emocional, la falta de tacto político, la descalificación son los argumentos que se utilizan desde el inicio de la humanidad para asesinar a quien desee un mundo mejor, en nuestro caso una Universidad mejor.
    En este muro se devela nuestra pobreza moral, los comentarios abundan en los temas donde se vulgariza el atropello y se convierte en motivo de risa el que se hagan propuestas y no se tomen en serio; en el cual la aspiración de debate se convierta en motivo de burla o argumento acusador de conspiración.
    Así amigo Usted si no se ha dado cuenta forma parte de ese selecto club de viejos, locos, conspiradores, autistas, soñadores, no votantes, utópicos, a quien nadie lee, pero a quien ninguno de estos votantes de espíritu anciano y apendejecidos por la amenaza hacen: perpetuar la inmundicia.

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